En los municipios de Barbate y Conil de la Frontera, un grupo de mujeres ha dedicado su vida y carrera profesional al mar, mostrando un profundo compromiso con su labor. Estas mujeres trabajan en áreas como la tejeduría de redes de pesca, la mecánica naval y la navegación de embarcaciones. Aunque han desarrollado una sólida trayectoria en el sector, reconocen que el ámbito marino ha sido históricamente dominado por hombres, lo que ha llevado a desafíos significativos para ellas.

Obstáculos con sesgo de género

El machismo y el rechazo por parte de algunos colegas han sido barreras importantes para estas profesionales. A menudo, enfrentan la percepción de que su trabajo está asociado exclusivamente con el género masculino, a pesar de que las habilidades y competencias necesarias para desempeñarlo no dependen del género.

Educación familiar

En el ámbito familiar, algunas de las mujeres entrevistadas han encontrado resistencia a sus aspiraciones profesionales, influenciada por la educación tradicional que perpetúa estereotipos de género. Promover una educación libre de estereotipos puede contribuir a superar estos obstáculos y facilitar el acceso de las mujeres a diversas profesiones.

Asociaciones de mujeres: Amurebar y Andmupes

Las asociaciones de mujeres, como la Asociación de Mujeres Rederas de Barbate (Amurebar) y la Asociación Andaluza de Mujeres del Sector Pesquero (Andmupes), juegan un papel crucial en la promoción de la igualdad de género en el sector marino. Estas organizaciones fomentan la sororidad y la creación de redes de apoyo, fortaleciendo la presencia y el reconocimiento de las mujeres en este campo.

Aportaciones de mujeres al sector marino

Las mujeres en el sector marino aportan innovaciones significativas y contribuyen al avance de los derechos laborales en el ámbito pesquero. Su pasión y dedicación son evidentes en su trabajo y en su compromiso con el mar. A pesar de los desafíos, estas profesionales animan a las nuevas generaciones a seguir sus pasos, enfatizando la importancia de seguir las propias vocaciones y aspiraciones.

Mujeres ganaderas

Este grupo de mujeres está compuesto por aquellas dedicadas a la ganadería extensiva en diversas regiones de Andalucía. Entre ellas se encuentran ganaderas, ingenieras técnicas agrícolas y veterinarias.

Obstáculos con sesgo de género

La ganadería es un sector donde las mujeres representan solo el 20% de la ocupación. Esta masculinización del oficio genera obstáculos significativos para las mujeres, quienes a menudo enfrentan escepticismo respecto a sus capacidades profesionales. Las experiencias compartidas por las entrevistadas revelan que, inicialmente, las mujeres suelen enfrentar desconfianza por parte de sus colegas masculinos.

Las entrevistadas han expresado sentimientos de infravaloración y frustración debido a la necesidad constante de demostrar su competencia para obtener el respeto en un entorno predominantemente masculino.

La conciliación familiar también representa un desafío importante. Algunas de las entrevistadas han tenido que ajustar su horario laboral para dedicar más tiempo al cuidado de sus hijos e hijas, incluso llegando a cambiar de empleo para trabajar como autónomas. La falta de corresponsabilidad en el hogar coloca a las mujeres en una desventaja frente a sus colegas masculinos, dado que las responsabilidades de cuidado y crianza recaen desproporcionadamente sobre ellas.

El sector ganadero, como muchos otros ámbitos profesionales, enfrenta desafíos relacionados con actitudes sexistas. Algunas mujeres han mencionado que la interacción con colegas masculinos en contextos profesionales, como las visitas a fincas, puede generar situaciones de incomodidad e inseguridad. Estas experiencias reflejan una realidad de discriminación persistente en el entorno laboral, que subraya la necesidad de promover un entorno más inclusivo y respetuoso.

En un entorno profesional marcado por la desigualdad de género, las mujeres a menudo deben realizar esfuerzos adicionales para obtener el mismo reconocimiento que sus compañeros. Esta disparidad contribuye a una sensación de infravaloración y puede afectar negativamente la autoestima y la salud mental. Las mujeres en el sector ganadero, al igual que en otros campos, enfrentan el desafío de superar el estigma asociado con roles históricamente percibidos como femeninos, lo que puede intensificar el impacto en su bienestar emocional.

El desprestigio social de lo femenino y la presión para demostrar habilidades equivalentes a las de sus colegas masculinos contribuyen a niveles elevados de estrés y ansiedad. Las entrevistas han puesto de manifiesto que la búsqueda de apoyo emocional y terapéutico es fundamental para manejar estas situaciones de inequidad y promover una salud mental equilibrada. La terapia y el apoyo entre pares se consideran herramientas esenciales para abordar y mitigar las consecuencias psicológicas de las desigualdades persistentes en el entorno laboral.

Ganaderas en Red

Una estrategia importante para abordar estos desafíos es la participación en la red «Ganaderas en Red». Este grupo facilita el intercambio de información y proporciona un valioso apoyo a las mujeres en el medio rural, ayudando a visibilizar y dignificar su trabajo en el sector ganadero. La colaboración y el apoyo mutuo entre mujeres en esta red se han convertido en herramientas fundamentales para fortalecer el papel de las ganaderas y fomentar un entorno más inclusivo y equitativo en la profesión.

Guardianas del territorio y del patrimonio

Las mujeres ganaderas aportan innovación, capacidad de resolución de conflictos y habilidades organizativas para crear redes de apoyo en el sector. Se consideran a sí mismas “guardianas del territorio y del patrimonio”, destacando su enfoque en el bienestar animal y el valor del trabajo ganadero como un patrimonio significativo. A través de su labor, buscan desafiar estereotipos y mostrar que el género no define la capacidad profesional en el desarrollo de un oficio.

Mujeres Arqueólogas Subacuáticas

En el Centro de Arqueología Subacuática (CAS) en Cádiz, dependiente del Instituto Andaluz del Patrimonio Histórico, trabaja un equipo compuesto únicamente por mujeres dedicadas a la investigación, protección, conservación y difusión del patrimonio cultural subacuático. Entre ellas se encuentran investigadoras, historiadoras y conservadoras-restauradoras de bienes culturales especializadas en arqueología subacuática. Estas profesionales han desarrollado una profunda pasión por su labor y un compromiso constante con su campo.

Obstáculos con sesgo de género

En el ámbito de la ciencia y la investigación, las dificultades se acentúan para las mujeres que desean ser madres. La falta de medidas adecuadas para la conciliación laboral puede colocar a las mujeres en una posición de desventaja frente a sus colegas masculinos y contribuir al fenómeno del techo de cristal, que limita el avance profesional de las mujeres.

En el ámbito de la ciencia y la investigación la situación es aún más difícil para aquellas mujeres que desean ser madres.

Así, sin las medidas necesarias, la maternidad y la conciliación laboral pueden situar a las mujeres en una posición de desventaja frente a los hombres. Además, estos factores influyen a que fenómenos como el techo de cristal -conjunto de normas no escritas que impiden o limitan el ascenso laboral de las mujeres en su carrera profesional- sigan desarrollándose en una sociedad desigualitaria.

La importancia de tener referentes

Las entrevistadas subrayaron la relevancia de visibilizar referentes femeninas en la arqueología subacuática. Para algunas, conocer a mujeres en el sector fue fundamental para superar la falta de apoyo en sus entornos. La representación femenina en campos tradicionalmente masculinizado permite a más niñas y mujeres desafiar estereotipos y ampliar sus horizontes profesionales.

Unidas bajo Presión: Decálogo de Trabajo en Equipo

El equipo del CAS, compuesto únicamente por mujeres, ha desarrollado un decálogo de buenas prácticas para mejorar el rendimiento y la satisfacción en el trabajo. Este conjunto de directrices se basa en principios de respeto, cooperación y comunicación, y busca promover un entorno de trabajo positivo y eficiente. Las diez buenas prácticas incluyen:

  • Respeto ante las diferentes opiniones.
  • Cooperación con un enfoque interdisciplinario.
  • Comunicación fluida, abierta y transparente.
  • Confianza para construir un equipo cohesionado.
  • Proactividad para anticipar y resolver problemas.
  • Flexibilidad ante cambios imprevistos.
  • Conexión a través de experiencias compartidas.
  • Empatía para fortalecer la confianza y el entendimiento.
  • Buen humor, fruto de la complicidad y el reconocimiento mutuo.
  • Compromiso con las responsabilidades asumidas.


Las mujeres del CAS consideran estas prácticas como fundamentales para su éxito y bienestar en el trabajo. La empatía, el respeto y el buen humor son aspectos que valoran profundamente y que les permiten disfrutar de su apasionante labor en el mundo subacuático.

Este decálogo y la filosofía del equipo del CAS sirven como modelo de cómo transformar las dinámicas laborales y profesionales mediante el respeto y el buen trato. Como ellas mismas dicen, es momento de trasladar el cuidado y la atención del fondo del mar a la superficie.

En colaboración

Este proyecto es posible gracias a la colaboración de las siguientes entidades, programas y ministerios.

Ir al contenido